
Ante dichas anormalidades, el gobierno de México propuso al estadounidense abrir un espacio de cooperación en el marco del acuerdo comercial tripartito con Canadá, para resolver las violaciones a las leyes.
La situación estalló después que Washington interpusiera una denuncia bajo el tratado comercial (T-MEC) alegando posibles violaciones laborales en la planta de General Motors en Silao, Guanajuato, y convocara a México a investigar y resolver el caso.
La réplica mexicana al secretario Walsh subrayó que si bien a nivel federal los derechos laborales en Estados Unidos protegen a todos los empleados, independientemente de su situación migratoria, en la práctica la situación es distinta.
Señaló que factores como el desconocimiento, el miedo y el abuso de parte de algunos empleadores impiden que los trabajadores migrantes puedan ejercer plenamente sus derechos laborales en algunas industrias y estados.
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana indicó que el embajador transmitió los comentarios e inquietudes detectados por México con respecto a la falta de aplicación de leyes laborales en Estados Unidos.
El incumplimiento de los empleadores de los protocolos de descansos e instalaciones para trabajadores del campo, la falta de regulación federal respecto al estrés por calor en la industria agrícola y disparidad salarial entre trabajadores de empacadoras y de las plantas de procesamiento de proteínas figuran en los señalamientos.
El gobierno mexicano planteó un espacio de cooperación en el marco del T-MEC en aras de identificar acciones para atender la no aplicación de leyes laborales en determinados sectores y estados norteamericanos y garantizar de forma plena los derechos laborales.